Más allá de los sueños está la realidad: Capítulo 11

"Unos ojos que lo destruyen todo"

*Narra Rubén*

(Edad Media)

—Ese eres tú, el que puede hacer sangrar por los ojos y hacer llorar por la boca, el que puede asesinar moviendo una pupila, el que puede acabar con el mundo en un mini y cerrar de ojos. Eres un monstruo, muere, ¡MUERE DE UNA VES POR TODAS!

—¡No! ¡Cállate! ¡No soy un monstruo! —Me defendía, estaba desnudo frente a una multitud de personas que querían asesinarme, me habían golpeado, me habían hecho hasta quemaduras en las piernas.

—¡Sacadle los ojos! —Gritó alguien de la multitud.

—¡Matadlo! ¡Matadlo ya! —Acompañó otra persona.
—¡Sí! ¡Sí! —Gritaron todos.

Me arrinconé a la pared, temiendo por mi muerte. Uno de los señores me agarró de los cabellos y me tiró al suelo, dejándome en cuatro. 

—¡Que sufra! ¡Que sufra! —Seguían gritando.

Aquel señor que me dijo "Muere de una ves por todas", se había bajado el cierre de su pantalón. Tan rápido viré la cara, ya me había penetrado, dolía, dolía demasiado.

—¡AAAH! ¡NGGHH! ¡NOOO! ¡SOLTADME YA! —Otros sujetos me sostuvieron de las muñecas haciendo que voltease, Dios, eso dolió, aún tenía el pene de ese bastardo dentro mío. Estaba jadeando, gritando, era desesperante, era humillante lo que me hacían. Me violaban y la gente decía que lo siguieran haciendo.

Seguía embistiendome, me ardía, ya no podía más....

—¡Auch! ¡Por favor! ¡Basta! ¡Aah...!—Comencé a llorar, a suplicar, pero no me hacían caso. Es más, se burlaban de mi, se reían, me reprochaban cosas y se reían.

Quienes me sostenían las muñecas, colocaron sus pollas en mi cara mientras se masturbaban botando un poco de su esperma cerca de mis labios. Qué desagradable, qué sucio, qué... rabia me daba.

De pronto sentí perder la cabeza, me descontrolé.

Mis ojos cambiaron de verdes oscuro a rojos, mi cabello castaño se convirtió en blanco, y mi piel empalideció bastante.

Les sostuve el pene a ambos señores que se masturbaban y se los  arranqué de un jalón, cayeron al piso mientras se desangraban, agarré la cabeza de quien me violaba, lo miré a los ojos y desde dentro hacia fuera explotó por completo salpicándome en todo el cuerpo parte de su sangre e intestinos. Las demás personas me observaban aterradas. Me puse de pié mientras mantenía los ojos cerrados. Al abrirlos, todos hacían muecas de dolor extremo, se retorcieron, y luego explotaron, dejando esparcidos sus órganos, manchando el suelo de sangre, salpicando las demás casas. Una escena atroz, una sonrisa se marcó en mis labios terminando con una frase calmada y sin emoción alguna: "Nuestros ojos lo destruyen todo".

Desperté dando un brinco, me senté en la cama revolviendo mis cabellos, sentía sudor en la frente, qué pesadilla, madre mía... Fue tan real... Fue terrorífico, era yo, era yo asesinando a muchas personas... Mis ojos... Nuestros ojos... ¡Dios! ¡Estoy hecho un lío ahora!... Basta, demasiada imaginación Rubén, ya ve a dor-

—Más allá de los sueños está la realidad~ —Oí una vos, aquella vos, parece que la eh escuchado antes... Pero, ¿De quién es? ¿De dónde provenía?

—¡Hey! —Alguien salió del techo de la nada, trepándose sobre mi, aplastando mi cuerpo entero.

No grité, tan pronto apareció y se posicionó encima de mi, desapareció. Pero debo decirles que lo recuerdo, era Jeff, el hombre de mis pesadillas cuando yo era niño.

Un flash llegó a mi, recordando a Mangel, recordándolo por completo. Me dolió el cerebro en ese instante. Como si una bala atravesara mi cerebro lentamente, pero en un sólo segundo.

—Así que todavía no eh perdido mi toque mágico. —Dijo aquella misma vos. —Pude hacer que lo olvides... ¿Eh? ¿Cómo estuvo? ¿No tan mal verdad?, Mangel no es tan importante en tu vida.

—¿Qué dices? ¡Lo amo! ¡Es demasiado importante!

—No, bien sabes que al olvidarle nunca te hizo falta.

—Eso es porque no lo conocía.

—Jajajaja, sí claro... —Su tonó sarcástico fue humillante para mi.

Estaba congelado, aterrado, pero extrañamente quedé dormido, escuchando lentamente un suave y ronco eco que decía "Go to Sleep".

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