Mi lindo gatito: Capítulo 1

AMOR PLATÓNICO.

*Narra Mangel*

Si alguien quisiera poseer algo, sería fácil si fuese millonario. En mi caso, quisiera un gatito, pero no cualquiera, quiero uno mitad humano, lo sé, suena extraño, pero veo tanto anime que me ha provocado tremendas ganas de una chica neko. (Neko en japonés significa Gato. El anime es caricatura japonesa.)

Mi mayor deseo es poseer una chica neko... Si fuera millonario pagaría a los científicos para que crearan una para mi, la vida sería perfecta. Pero lamentablemente sólo soy un chico universitario que trabaja en McDonnals para poder pagar sus estudios y sobrevivir.

Tengo 22 años, estudio como Doctor especializado en neuro cirugía, obtendré mi doctorado e iré a trabajar mi especialidad, ganaré un buen salario y seré un hombre digno. Pero mi neko, quiero a mi neko, sin ella no podré ser feliz.

Hasta ese entonces me faltan dos años más de estudio, mis notas son unas de las mejores en la universidad, así mismo fue en el colegio, obtuve una beca dado a mis calificaciones altas y pude estudiar lo que siempre quise, pero no pagarían mi arriendo, comida y gastos similares, por lo que me toca trabajar.

[...]

—Buenoh días. —Saludé a mi mejor amiga, de quien estoy enamorado desde la escuela.
—Mangel, ¿hiciste la lección de 20 páginas?
—Sí. —Me senté a su lado.
—¿Me lo prestas? —Mi miró suplicando. —Por favor, por favor, por favor.
—... —Ella siempre es así. —Vale. —Suspiré y saqué mi carpeta donde estaba la tarea. —Eh la última veh que te quede claro. —La señalé.
—¡Gracias! —Me abrazó. El amor te hace débil.

Después de las clases, ambos vamos juntos a casa. Ella queda primero que yo así siempre la acompaño. Enamorado de mi mejor amiga, la cual deseo sea una chica neko... A veces tengo pensamiendos pervertidos sobre ella, no me siento culpable, más bien me doy asco.

—Vale, adiós. —Se despidió de mi.

Como nos conocemos desde que eramos unos críos sus padre me consideraban como un hijo, como los amigos la concideran de igual manera. Yo sólo podía gritar en mi cabeza que no era así, que deberían pensar en ella como mi futura esposa, pero qué se le puede hacer, a mi que jamás seremos nada, porque no tengo los cojones de confesarle mis sentimientos hacia ella.

—Laura. —Dije sosteniendo su mano. —Mañana, ¿quieres ir al cine? —No era la primera vez que la invitaba.
—Vale. —Sonrió. No era la primera vez que aceptaba.

Cuando salimos juntos nunca pasa nada entre nosotros, nada de nada.

[....]

Era otro día, la misma rutina en la mañana, la misma rutina en la universidad, pero hoy saldría con Laura, con la chica de la cual me encuentro locamente enamorado y ella ni se entera. Es hermosa, su largo y cedoso cabello, sus bellos y grandes ojos me hipnotizan, su sonrísa me contagia y su piel, joder... La más suave y deliciosa de todas.

—¿Vamoh? —Le dije.
—Claro pues. ¿Por qué crees que me puse así de linda?
—Siempre e'tás linda.
—Mangel, tú también estás que molas, eh. —Sostuvo mi brazo.

La llevé a mi auto, aunque no lo crean tengo uno, mis padres me lo regalaron por mi cumpleaños, están orgullosos de mí, por ser un hijo ejemplar. Si tan sólo Laura se diera cuenta de la maravillosa vida que le puedo dar luego de obtener mi doctorado, soy alguien que le pude dar todo y la más bella familia, sin importarme de que no sea una neko, pero si fuera, la vida sería perfecta.

Luego de ver la película, nuevamente subimos al coche.

—Mangel, eres mi mejor amigo, y por eso debo contarte todo antes que nadie, ¿verdad? —Noté que me miró, yo seguía pendiente del camino, o nos chocaríamos.
—Ajá. —Dije largamente.
—Bueno pues, tengo novio.
—Sí, lo sé, ¿y?

No se impresionen, ya me había enterado por ella misma hace dos años.

—Me casaré con él en cuatro meses. —Dijo emocionadamente.

Pero qué cojones, mi corazón por un momento se detuvo.

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