Más allá de los sueños está la realidad: Capítulo 19

"¿Prefieres dos o uno?"

xD Sí claro Yisus.

Ojalá les guste mi intento de lemon c: y... probablente Rubius-chan(? sea muy, pero muy uke en etos últimos capítulos, yeah beibe, el siguiente cap es el fin de esta historia que a muchos les pareció aguesome (inglish plis), gracias a todos de verdad, ya tengo 3,000 leídas en total skjdkdskj.

*Narra Rubén*
-¡No! ¡Pervertidos! ¡Hijos de puta! -Comencé a patear, a patear y a patear. La verdad no sabía que más hacer, sólo no quería ser follado por DOS hombres.

-Rubén lo haces difícil... -¡¡Ese es el punto cabrón!! -Vamos, deja que te toque.

Jeff sostuvo mis piernas las cuales estaban pataleando aún, ¡pero coño que era fuerte el capullo!

-¡Si me hacéis esto jamás os voy a perdonar! ¡Os odiaré por siempre! ¡Por siempre, me estáis escuchando! ¡Siempre! -Bien, ahora estaba jodidamente cabreado, pero en serio, a nadie le gustaría ser forzado a tener ese tipo de "relaciones", y peor aún atado y sabiendo que hay DOS palos para ti, repito, DOS.

-¡Ah, vale! ¡Joder, eres como una maldita nena virgen! ¡Así nunca lo
haremos! -Dijo Jeff soltando mis piernas.

-¡¿Nena virgen?! -Creo que una vena me explotará.

-Ah... Jodeh, fue mala idea... -Mangel me desató y se sentó al borde de la cama junto a Jeff, ambos se veían pensativos, algo ¿tristes? ¿decepcionados?, ¿por qué? ¡a quien le iban a quemar el orto era a mi! ¡no se hagan las víctimas, joder!

-¿Qué les pasa? -Pregunté, estaba recostado, pues no me quería sentar.
-Nada, niña virgen. -Dijo Jeff suspirando.

-¿Eh? -Dije incorporandome un poco.

-Ehque ehto era nuehtroh sueñoh... Pero no se vah a cumplíh.

¿I-Intentáis darme lastima? ¿Vuestro sueño? ¿Esperáis que me lo crea?

-Si me lo hubieran pedido, yo hubiese accedido, pero noooooo... Son tan hijos de puta que les pareció mejor un intento de violación.

-¿En serio? -Dijeron al mismo tiempo y se acercaron a mi.
-¿E-Eh?

-¿Si te lo pedimos dirás que si? -Nuevamente hablaron juntos.

-Bu-Bueno... Yo...

-¡Anda, di que si! ¡Di que si! -Ambos comenzarón a brincotear en la cama, me irritaban, me IRRITABAN.

-¡Ya! ¡Sí! ¡Ah...! ¡No, no, no! ¡Quise decir que no! ¡No y punto!

¿Qué fue eso? ¿Por qué dije que sí? ¿Qué... Cojones... Me pasa?

-Jujujuju, ¿escuchaste eso Miguel?, nuestro Rubén dijo que sí... -Oh, no. Esa cara de violador del bosque me da un muy, pero muy mal rollo.

-Oh, ¿tambiéh lo oíhte, Jeff?, ehtonces creo que no hay vuelta atráh, ¿verdah? -¡Mangel! ¡¿Qué dices?! ¡Apóyame!

-Esperen... -Dije antes de que se acercaran aún más a mi.
-No Rubén, ya dijiste que sí. -Jeff funció en seño y Mangel suspiró.
-¡No es eso!... Antes de que hagan algo... No me aten... -Agarré la soga y la tiré lo más lejos que pude, era para asegurarme. -Ni me desvistan ustedes... Yo... lo haré, ¿vale?... Así que...
-Vale. -Dijeron ambos.

¡Noooooooooo, esto está mal, me estoy sonrojando hasta las orejas!

Los dos me estaban mirándo con cara de impaciencia, tan fijamente, estos idiotas... No tienen ni un poquito de discreción.

-¡Coño, no miren!
-Pero ya vimos a Jammon desnudo antes, y eh, tiene un rico cul- -Le tiré un zapato en la cara a Jeff. -¡Aaah! ¡¿Y eso por qué?! -Se sobageo la nariz en donde le había atinado el golpe.
-¡No hables de Jammon, porque sabes que soy yo gilipollas!
-Jeff, hay que hacehlo, sé que eh muh difícil, para mi lo eh... Pero, sabeh que si no hacemoh ehto... No habrá otra oportunidah como ehta... -Mangel palmeo la espalda de Jeff y nuevamente se sentaron al borde de la cama.
-Tienes razón... -Se le quebró la vos. -Hay que... Hay que hacerlo, por follarlo al fin, hay que aguantar las ganas de morbocearlo mientras se desviste. -Dijo Jeff echandome una mirada.
-Ereh tan sincero... Abrazame hermano. -Y ambos se abrazaron, imitando llantos. ¡¿Qué tienen en la cabeza estos retrasados?!

Ambos al fin, me dieron la espalda, les puse el ojo encima para asegurarme de que no estuvieran espiando. Me puse de rodillas en medio de la cama, y me propuse a desvestirme ya.

Pero... No podía mover mis manos, ¿por qué me era tan difícil? ¿Por qué me encontraba temblando? ¿Por qué quería llorar?...

Me quité el abrigo, y luego la camiseta, la verdad ya no podía más, era demasiado vergonzoso y ni sabía el por qué.

-¿Ya ehtá? -Dijo Mangel que intentó voltear.

-¡No! -Le tiré mi abrigo en la cara y giró el rostro de nuevo. -Yo les aviso cuando...

Vale, se supone que el pantalón también, ¿verdad?... Que vean mi parte sagrada es... Joder, ¿qué estoy diciendo?, ya se la vieron a Jammon miles de veces... ¿o no?. 

Me saqué la correa y la tiré al suelo, con las manos sudadas y temblorosas desabroche mi pantalón, comencé a bajarlo lentamente, mordí mi labio inferior y terminé el proceso. Ahora sólo quedaba mi camiseta y boxer... ¿Es necesario?...

Dejé caer mi cuerpo y se senté, tenía tanta verguenza, sentía mi cara arder. Verlos a ambos de espalda me llamaba mucho el apetito de ciertos actos maduros, porque aunque soy un chico y ellos también, la verdad me gustan, la extraña sensación que me provocaban me encantaba, sus espaldas anchas, sus grandes manos, el sólo echo de toda su masculinidad me encantaba, odio mi cuerpo, soy tan delgado y pequeño... Si me comparas con alguien tal ves sería con una chica.

-Bien... Podéis... Vol... tear... -Giré el rostro, no podía verles a la cara a esos babosos. Con mi larga camiseta intenté tapar mis piernas.
-Tu camniseta Rubiuh. -Señaló Mangel.
-Así está bien. -Lo miré. -Ahora ustedes... -Agaché la cabeza. -Desvistanse.
-Vale. -¿Qué tiene por decir las cosas al mismo tiempo estos dos?

Al notar que Jeff se comenzaba a quitar el polero volví a agachar el rostro, no en muchos segundos después sentí la cama hundirse a mi costado, ya estaban trepando, mi corazón latía demasiado rápido, no quería que supieran el efecto que hacían en mí.

Mangel alzó mi rostro. -Debeh sacártela.
-¿Mi camiseta? -Dije.
-Sí...
-Vale.
De un jalón me la saqué y la tiré.
Ambos se miraron entre sí.

-Esto de los trios es difícil. -Dijo Jeff refiriendose a Mangel.
-Sí, ya loh del porno e'tán acabando y nosotroh ni empezamoh... -Todos giramos a dirección de la pantalla.
Era cierto, jodidos gemidos... Hacían que me traumara más.

-¿Y si nos turnamos? -Sugirió Jeff.
-Vale, yo primero. -Dijo Mangel.
-No, de eso nada tío, yo ya lo eh echo con tías se más, tú después le vas a lastimar.
-Que él decida. -Me apuntó Mangel.
-¿Yo?, pero si les digo algo, simplemente lo ignorarán.
-Tiene razón, mejor dejemos de hablar y hagamos lo que se nos venga.

Mangel fue el primero en actuar, agarró mi mano y me jaló para que me supiera de rodillas. Jeff se puso detrás mía y comenzó a bajar mi boxer, os juro que me asusté, tanto así que grité.

-¿Y eso? -Rió Jeff meintras continuaba.
Abracé a Mangel, rodeando su cuello y hundí mi rostro en su nuca, él me sostuvo por la cintura, joder su roze me hiso temblar, estabamos piel contra piel.

Jeff me tumbó en la cama repentinamente haciendome caer sobre él, tapé mis partes con mis manos, Mangel levantó mis piernas y me sacó el boxer de un jalón.

-Quita tuh manos. -Le hice caso.

Las manos de Jeff comenzaron a rozar mis pezones, no podía creer que eso ya me estuviera haciendo gemir.
Mangel sostuvo mi polla y se la llevó a la boca rápidamente.

-No, espera Mangel, no hagas eso... Ah... Mangel... -Me agarré de sus cabellos mientras hacia la cabeza hacia atrás donde me topé con Jeff quien giró mi rostro hacia él y me besó a su ves.

¿Cómo debía reaccionar ahora?, ¿Qué debía hacer?, mi cabeza ya no quería seguir pensando, sólo quería dejarme llevar, y eso hice, me decidí a corresponder en todo lo posible, pues yo también ya estaba muy exitado bastante.

-¡Ah! ¡Me vengo! -Me separé de Jeff, y me corrí en la boca de Mangel, quien noté se trago todo mi semen sin dejar escapar ni una gota.
Quedé jadeante, la verdad ya estaba cansado, pero sabía que estos dos querían más.

-Te ayudaré, Miguel. -Jeff alzó mis piernas con ambas manos, dejando a la vista de Mangel mi entrada, quien por acto seguido dijo un animado "gracias".

Mangel cubrió de baba sus dedos y luego me miró.
-Relájate... -Dijo, acto seguido de una embestida rítmica de al menos calculando unos tres dedos.

-¡Ah! ¡Haah! ¡Mngh! ¡Mmm! -Tapé mi boca, no podía controlar mis geminos por mucho que quisiera.

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