Mi lindo gatito: Capítulo 4

¿LOCO?

*Narra Mangel*

Me saqué la camiseta y el pantalón, quedando sólo con mi bóxer. Agarré el jabón y el shampoo, colocandolos en el suelo. Me puse de rodillas y mojé al pequeño un poco más. Le empecé a lavar, era la primera vez que bañaba a alguien así que no supe cómo proceder a jabonar sus partes ímtimas.

Intenté ponerlo de pie pero se resbalaba, así que hice que me abrazara para que se apoyara en mi. Tenía su pequeña polla frente a mi, la enpecé a jabonar imaginando que era la mía para no sentirme como un pedofilo, así mismo su trasero.

Luego de bañarlo lo dejé a un lado sentado en la taza de baño con la toalla puesta encima, y me bañé yo también.

[...]

Cuando me terminé de bañar, ambos fuimos a cambiarnos de ropa. Le coloqué una camiseta mía, le lucía como un vestido realmente enorme pero era lo que tenía, también le coloqué un bóxer mío,

joder... Debía ir a comprarle ropa.

Me coloqué una pantaloneta y una camiseta y lo llevé a la cocina donde le dí de comer. Fue obediente ante lo que le serví, por su forma de comer se notaba que tenía mucha hambre, pues cómo no. Pobre crío.

—¿Cómo te llamah? —Le pregunté mientras lo cargaba de nuevo a mi habitación. —¿No sabeh habláh? —Lo coloqué en la cama sentado.

—¡Sí! —Sonrió y alzó sus brazos. Me senté a su lado. —Sí... —Sostuvo mi mano. —Sí. —Sonrió un poco, y me miró.
—¿Deberíah pe'sar en adopta'te? —Colocó su cabeza en mi regazo y se hizo bolita, cerró los ojos y dijo suavemente "Sí". —Sí. —Dije también.

Vaya, ¿por qué dije eso?, ¿acaso hablaba en serio?, ¿adoptar a un niño?, ¿yo?.... No estaba del todo seguro, pero... Encontré a un neko, o talvés a un producto de mi imaginación, la verdad estaba feliz, sentía que no me importaba nada ya, ni siquiera... Laura y el exámen al que falté pues lo había olvidado por completo.

Tendría un hijo, un neko. Bueno, de seguro estaba soñando todavía en esa vereda a punto de morir por intoxicación.

[...]

Luego de varios minutos, lentamente retiré al pequeño de mis piernas y lo acomodé en la cama arropándolo. Demonios, era tan tierno que me hacía querer comermelo a besos, tanta lindura me hacía pensar como un jodido desquiciado, pero en serio, qué criatura más linda era esa.

Fui a la cocina y me serví un vaso con agua bien fría, lo bebí todo de un trago, realmente tenía sed. Justamente cuando iba a servirme otro vaso de agua tocaron el timbre.

Me asomé por el retrovisor de la puerta, y ahí estaba, Laura. Abrí y ella me miró algo preocupada.

—¿Cómo así has faltado a un exámen?, creí que algo te había pasado. —Golpeo mi pecho levemente.
—Eh, sí... E'que me quedé dormi'o... —Caminó hasta mi habitación, la seguí de inmediato, allí estaba el niño... ¡Allí estaba el niño!. ¿Qué se suponía que le diría?, ¿que era mi pequeño primo?, no se la creería, conoce muy bien a mi familia.

—¿Oye y quién está en tú cama...? —Asomó su cabeza por mi habitación.
—Nadie. —Dije soteniendo su brazo.
—Joder me estás ocultando a una chica, por eso faltaste a la uni... —La noté sorprendida. —Coño Mangel, ¿cómo es posible?, ¿por qué? —Vale eso fue raro, parecía enojada. —Tío qué mal... —Me empujó para luego ir corriendo a la cama. —¡Ey, levánta el culo! —Gritó mientras destapaba a el chaval quitándole la sábana.

La puta mierda, esto no era un sueño, y ese crío no era mi imaginación. Además, ¿por qué coño nadie notaba sus orejas y su cola?, ¿acaso me había vuelto loco?

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