Más allá de los sueños está la realidad: Capítulo 2

"Cierta persona de mis sueños"

*Narra Rubén*

—¿Hoy tampoco saldrás?, qué mal, bueno nos vemos luego. —Se despidió un amigo que me había invitado a una fiesta. 

Simplemente prefiero ir directo a casa. No ando de ánimos hoy... Pero, ¿qué tal si hay pan de pipas como la otra ves?.

Con eso en mente, decidí ir.

Al llegar noté que esta fiesta era más grande que la otra de la semana pasada, estaba más movida.

Algunas personas me saludaron pero las pasé por alto, ahora creo que eso fue cruel.
Fui directo a la cocina y agarré algunos panes de pipa, ya de una me quería ir pero llegó Cheeto junto a Willy.

—¿Cómo así? —Dijo Willy acercándose a mi, colocó su brazo en mi hombro y yo se lo quité.

—Vine por los panes. —Le enseñé.

—Ah, ya deja eso y ven a disfrutáh. —Esta ves Cheeto me jaló hasta fuera de la cocina haciendo que votase esos ricos panes de pipa, qué tío más... Mejor me callo.

—No quiero, debo llegar temprano a casa. —Le dije ya para darme vuelta.

—Has cambiado en estos últimos años, es hora de que vuelvas a ser el de antes. —Tomó de nuevo mi mano y me llevó hasta donde se encontraban todos.

Se veían alegres, ¿cuándo perdí esa alegría?, es extraño.

—Eh Rubius, mira te presento a un nuevo amigo. —Me dijo Alexby muy sonriente.

—¿Y dónde está? —Pregunté tratando de sonar animado.

—¿Ah, qué?, oigan ¿dónde se fue Mangel? —Ese nombre retumbó en mis oídos tan fuerte y a la ves tan disperso casi inaudible. ¿Podrá ser....?

—A cojer seguro. —Bromeó Cheeto.

—Ahí viene. —Dijo Mario señalando.

Di la vuelta y quedé shockeado al ver ese rostro... Casi se me seca la garganta. Mi corazón comenzó a latir, demasiado fuerte.

Es el mismísimo Mangel ¡Lo podría jurar!

—Tu debeh ser Rubén ¿no?

—A-ah... Man...gel....

—¿Qué le pasah? —Preguntó a Alex, qué se encogió de hombros.

*Narrador*

Al parecer estaba soñando como siempre, sólo debía despertar, eso debía hacer, vamos, despierta. Pero no, era obvio que no estaba soñando y que estaba cara a cara con el propio Mangel, aunque se veía como la última ves este era algo diferente.

—¡Mangel, Mangel, Mangel! —Gritó Rubén y se abalanzó sobre el morocho haciendo que regase la bebida que llevaba este.

[...........]

(Ya fuera de la fiesta, con tremendo frío y bullosos amigos detrás.)

—Lamento lo de hace rato....

Se disculpó Rubén ocultando sus manos en los bolsillos de su abrigo, en verdad hacía frío, casi estaba temblando, bueno, el viento era algo agradable. Pero la cosa es que al parecer ese Mangel no era el de sus sueños, tenía su misma edad y estaba en su misma escuela a la cual recién se había transferido. Pero el parecido era demasiado, todo mejor dicho, excepto la forma de hablar, la este tipo era muy graciosa.

—No importa, iguah esta no era mi favorita... —Dijo mostrando la mancha roja en su camisa que en realidad era su favorita de favoritas.

El castaño suspiró, y sin saber que hacer se despidió.

Esa noche, la escribió en su diario con cada detalle.

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